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Inspireli Awards 2025: la facultad de Arquitectura de la UNT será sede del mayor concurso mundial estudiantil con un proyecto de memoria histórica

La Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) se prepara para ser la sede de los Inspireli Awards, el concurso internacional de arquitectura más grande del mundo dirigido a estudiantes de todo el planeta. Este evento anual es reconocido por impulsar la creatividad y el compromiso social de las nuevas generaciones de arquitectos. En 2025, el tema propuesto para el concurso tendrá una profunda carga simbólica: el diseño de un Parque de la Memoria en el predio del Ex-Arsenal Miguel de Azcuénaga, un sitio clave en la historia reciente de Argentina. En diálogo con Radio Universidad, el decano de la facultad Arq. Juan Ramazzotti explicó los objetivos del concurso y la relevancia de abordar la memoria histórica a través de la arquitectura.

El contexto histórico del Ex-Arsenal Miguel de Azcuénaga

El Ex-Arsenal Miguel de Azcuénaga fue uno de los centros de detención clandestina más representativos durante la dictadura cívico-militar de 1976, en el marco del Operativo Independencia. Hoy, el lugar conserva vestigios de esa historia trágica: el galpón utilizado para las torturas, el alambrado que cercaba el lugar y las fosas comunes donde descansan los restos de víctimas aún no identificadas. El desafío para los estudiantes de arquitectura será transformar este espacio de sufrimiento en un Parque de la Memoria, un lugar de reflexión, justicia y reconocimiento de los derechos humanos.

Un concurso con una propuesta profundamente social

El tema elegido para el Inspireli Awards de este año fue propuesto por la Facultad de Arquitectura de la UNT, en un claro gesto de compromiso social. Más allá de la proyección arquitectónica, la propuesta busca la resignificación de la memoria histórica. Para Ramazzotti, el concurso es una excelente oportunidad para que los estudiantes de arquitectura de todo el mundo se involucren con la realidad de Tucumán y, a través de sus proyectos, logren construir espacios de memoria. Estos deben no solo conservar los vestigios materiales del lugar, sino también transmitir, de forma sensible y profunda, la historia de lo que allí ocurrió.

Los desafíos del diseño de un Parque de la Memoria

El diseño del Parque de la Memoria no es tarea fácil. A través de las bases del concurso, los estudiantes deberán abordar un proyecto que contemple la preservación de los vestigios materiales como el galpón, las fosas y el alambrado, y a su vez, darles un nuevo significado. La idea es que el espacio se convierta en un lugar de encuentro y reflexión sobre el pasado, un recordatorio de lo que no debe repetirse.

El decano de la facultad destacó que este es un tema que va más allá de lo académico y tiene un componente ético fundamental. La arquitectura, en este caso, se presenta como un medio de resistencia frente al olvido y la injusticia. “Este concurso no solo se trata de diseñar un espacio arquitectónicamente atractivo, sino de trascender a través de un mensaje poderoso sobre la memoria y la historia”, afirmó.

Colaboración con organismos de derechos humanos

Para enriquecer el proyecto y darle un marco aún más profundo, la facultad de arquitectura ha establecido una colaboración estrecha con organismos de derechos humanos, como la Fundación Memorias e Identidades del Tucumán y otros expertos en la temática de lesa humanidad. Recientemente, se llevó a cabo una mesa panel con la participación de Marta Rondoletto, presidenta de la Fundación y familiar de víctimas de la dictadura, y Julia Vitar, abogada querellante en causas de lesa humanidad, quienes compartieron su visión sobre la importancia de la memoria histórica en los tiempos actuales.

Estas charlas no solo fomentan el debate académico, sino que también brindan una perspectiva humana del proyecto. De esta manera, los estudiantes que participen en los Inspireli Awards podrán incorporar un enfoque integral y multidisciplinario a sus propuestas.

El rol de la arquitectura en la construcción de la memoria

La arquitectura tiene un poder único para construir narrativas que perduren en el tiempo. En el caso del Parque de la Memoria en el Ex-Arsenal Miguel de Azcuénaga, el reto para los estudiantes será no solo diseñar un espacio funcional y estéticamente valioso, sino crear un lugar simbólico que rescate la memoria histórica de quienes vivieron la dictadura y rindan homenaje a las víctimas.

El proyecto es un recordatorio de que la arquitectura no solo debe responder a necesidades espaciales, sino también a responsabilidades sociales. En este caso, se trata de contribuir a un futuro en el que el #NuncaMás sea una práctica constante y no solo un lema.

La Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) se prepara para ser la sede de los Inspireli Awards, el concurso internacional de arquitectura más grande del mundo dirigido a estudiantes de todo el planeta. Este evento anual es reconocido por impulsar la creatividad y el compromiso social de las nuevas generaciones de arquitectos. En 2025, el tema propuesto para el concurso tendrá una profunda carga simbólica: el diseño de un Parque de la Memoria en el predio del Ex-Arsenal Miguel de Azcuénaga, un sitio clave en la historia reciente de Argentina. En diálogo con Radio Universidad, el decano de la facultad Arq. Juan Ramazzotti explicó los objetivos del concurso y la relevancia de abordar la memoria histórica a través de la arquitectura.

El contexto histórico del Ex-Arsenal Miguel de Azcuénaga

El Ex-Arsenal Miguel de Azcuénaga fue uno de los centros de detención clandestina más representativos durante la dictadura cívico-militar de 1976, en el marco del Operativo Independencia. Hoy, el lugar conserva vestigios de esa historia trágica: el galpón utilizado para las torturas, el alambrado que cercaba el lugar y las fosas comunes donde descansan los restos de víctimas aún no identificadas. El desafío para los estudiantes de arquitectura será transformar este espacio de sufrimiento en un Parque de la Memoria, un lugar de reflexión, justicia y reconocimiento de los derechos humanos.

Un concurso con una propuesta profundamente social

El tema elegido para el Inspireli Awards de este año fue propuesto por la Facultad de Arquitectura de la UNT, en un claro gesto de compromiso social. Más allá de la proyección arquitectónica, la propuesta busca la resignificación de la memoria histórica. Para Ramazzotti, el concurso es una excelente oportunidad para que los estudiantes de arquitectura de todo el mundo se involucren con la realidad de Tucumán y, a través de sus proyectos, logren construir espacios de memoria. Estos deben no solo conservar los vestigios materiales del lugar, sino también transmitir, de forma sensible y profunda, la historia de lo que allí ocurrió.

Los desafíos del diseño de un Parque de la Memoria

El diseño del Parque de la Memoria no es tarea fácil. A través de las bases del concurso, los estudiantes deberán abordar un proyecto que contemple la preservación de los vestigios materiales como el galpón, las fosas y el alambrado, y a su vez, darles un nuevo significado. La idea es que el espacio se convierta en un lugar de encuentro y reflexión sobre el pasado, un recordatorio de lo que no debe repetirse.

El decano de la facultad destacó que este es un tema que va más allá de lo académico y tiene un componente ético fundamental. La arquitectura, en este caso, se presenta como un medio de resistencia frente al olvido y la injusticia. “Este concurso no solo se trata de diseñar un espacio arquitectónicamente atractivo, sino de trascender a través de un mensaje poderoso sobre la memoria y la historia”, afirmó.

Colaboración con organismos de derechos humanos

Para enriquecer el proyecto y darle un marco aún más profundo, la facultad de arquitectura ha establecido una colaboración estrecha con organismos de derechos humanos, como la Fundación Memorias e Identidades del Tucumán y otros expertos en la temática de lesa humanidad. Recientemente, se llevó a cabo una mesa panel con la participación de Marta Rondoletto, presidenta de la Fundación y familiar de víctimas de la dictadura, y Julia Vitar, abogada querellante en causas de lesa humanidad, quienes compartieron su visión sobre la importancia de la memoria histórica en los tiempos actuales.

Estas charlas no solo fomentan el debate académico, sino que también brindan una perspectiva humana del proyecto. De esta manera, los estudiantes que participen en los Inspireli Awards podrán incorporar un enfoque integral y multidisciplinario a sus propuestas.

El rol de la arquitectura en la construcción de la memoria

La arquitectura tiene un poder único para construir narrativas que perduren en el tiempo. En el caso del Parque de la Memoria en el Ex-Arsenal Miguel de Azcuénaga, el reto para los estudiantes será no solo diseñar un espacio funcional y estéticamente valioso, sino crear un lugar simbólico que rescate la memoria histórica de quienes vivieron la dictadura y rindan homenaje a las víctimas.

El proyecto es un recordatorio de que la arquitectura no solo debe responder a necesidades espaciales, sino también a responsabilidades sociales. En este caso, se trata de contribuir a un futuro en el que el #NuncaMás sea una práctica constante y no solo un lema.

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