En un gesto que refleja la fuerza de voluntad y la perseverancia, Antonio Sandoval, a sus 82 años, recibió ayer su título de abogado en la Universidad Nacional de Tucumán. Su historia no es solo un testimonio de superación personal, sino también una inspiración para las generaciones más jóvenes, que lo ven como un referente de que nunca es tarde para cumplir un sueño.
Durante su entrevista con Radio Universidad, Antonio compartió detalles de su vida y su decisión de estudiar Derecho en la etapa final de su carrera profesional, tras haberse jubilado. Con una mezcla de humor y emoción, relató cómo, desde los cuatro años, ya vislumbraba su futuro como abogado, aunque en ese momento no comprendiera completamente el impacto de esa decisión.
“Cuando tenía cuatro años, le dije a mi madre que sería abogado. No sé de dónde salió esa idea, pero la sentí desde entonces”, recuerda Antonio, con ese dejo de nostalgia en su voz al hablar de su infancia en el campo tucumano.
A pesar de haber pasado por una vida dedicada a la política y haber sido intendente de Alderetes, Sandoval nunca abandonó su sueño de ser abogado. Fue solo después de su jubilación cuando decidió dar el paso definitivo. “Cuando terminé el secundario, dije: ‘cuando se abra la inscripción en la Facultad de Derecho, ahí estaré’. Y así lo hice”, confesó.
Su historia es un reflejo de la importancia de la perseverancia. A lo largo de siete años, Antonio combinó sus estudios con otros compromisos, sin la prisa que caracteriza a muchos jóvenes estudiantes. “Lo hice con tranquilidad. No estaba tan apurado como los más jóvenes que quieren ser abogados de inmediato. Yo solo quería alcanzar mi meta”, explicó.
Pero lo que más destacó Antonio durante la entrevista fue la interacción con los jóvenes en la universidad. A pesar de la diferencia de edad, fue tratado como uno más y destacó el compañerismo y el respeto que recibió por parte de sus compañeros. “Me decían ‘che, Sandoval’, me hacían sentir joven. Los jóvenes son rebeldes, luchan por salir adelante, y estudiar les permite abrir puertas y tener una mejor calidad de vida”, expresó.
En un contexto donde la educación pública atraviesa momentos complejos, Sandoval también aprovechó la oportunidad para reflexionar sobre el valor de las universidades públicas, especialmente la UNT, y la importancia de defenderla frente a quienes intentan recortar su financiamiento. “Soy un hombre de la cultura, y repudio a quienes quieren destruir la educación pública. La universidad debe seguir siendo un pilar para la gente que busca mejorar“, dijo con firmeza.
Además, hizo un llamado a la ciudadanía para que no se deje llevar por la desilusión política, y alentó a votar en las próximas elecciones como una forma de ejercer su derecho a decidir el futuro del país: “El voto es la herramienta más poderosa que tenemos para cambiar las cosas”, subrayó.
Antonio también recordó con cariño a su familia, quienes fueron su principal apoyo a lo largo de este proceso. Ayer, en la ceremonia de entrega de su título, sus hijos y nietos estuvieron presentes para acompañarlo en este logro tan especial. “Mis nietos me dicen que soy un ejemplo, pero yo les digo que lo único que hace falta para estudiar es voluntad. La inteligencia no es lo más importante, lo fundamental es querer lograr algo”, concluyó, con la frase de motivación que ha guiado su vida: “Persevera y triunfarás”.
Con 82 años, Antonio Sandoval no solo consiguió su título de abogado, sino que también dejó claro que los sueños no tienen fecha de caducidad. Su historia es un testimonio de que nunca es tarde para empezar, para aprender y para crecer.
