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San Miguel de Tucumán

El Dr. Rafael Tissera de la UNT sobre el uso de gotas oftalmológicas para la presbicia: ¿realmente funcionan?

En una entrevista exclusiva realizada desde Radio Universidad, el Dr. Rafael Tissera, titular de la Cátedra de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán, brindó valiosa información sobre la presbicia, una condición visual común que afecta a partir de los 40 años, y la importancia de la prevención en la salud ocular.

El médico explicó que la presbicia es un fenómeno natural que aparece a partir de los 40 años, y no se considera una enfermedad. “Es parte de la evolución natural de la visión. A medida que envejecemos, perdemos la capacidad de enfocar de cerca, lo que puede dificultar la lectura y otras actividades cotidianas”, comentó. Esta condición, que afecta a la mayoría de las personas, generalmente se maneja con el uso de anteojos de prescripción positiva, que ayudan a enfocar objetos cercanos. El Dr. Tissera también aclaró que la presbicia no es una deformación ni una patología, sino una parte del envejecimiento ocular. “La acomodación, el mecanismo que nos permite ver de cerca, va perdiendo su eficacia con los años debido al endurecimiento del cristalino, lo que provoca la disminución de su elasticidad”, explicó. Con el paso de los años, la capacidad de acomodación disminuye, lo que hace más difícil enfocar objetos cercanos, un proceso que se intensifica con la edad.

Gotas para la presbicia: ¿una solución efectiva?

Durante la entrevista, se habló también de las nuevas gotas oftálmicas que han llegado al mercado como solución para la presbicia. “Estas gotas, que contienen pilocarpina, han existido durante años, pero ahora se pueden conseguir en farmacias de forma más accesible. Lo que hace la pilocarpina es contraer el músculo ciliar y reducir la pupila, lo que ayuda a enfocar mejor de cerca”, aclaró el Dr. Tissera.

Sin embargo, advirtió que el uso de estas gotas debe ser supervisado por un profesional de la salud, ya que no todos los pacientes son aptos para usarlas. Además, destacó que las gotas tienen un efecto limitado, de aproximadamente ocho horas, por lo que su uso continuado requiere de una evaluación médica adecuada.

La prevención y el impacto del COVID-19 en la visión

A lo largo de la entrevista, el Dr. Tissera destacó la importancia de los diagnósticos preventivos, especialmente para aquellas personas que notan dificultades para ver de cerca. “El COVID-19 cambió muchos hábitos, y la mayor cantidad de tiempo que pasamos mirando pantallas o realizando actividades de cerca contribuyó a la aparición de síntomas visuales, incluso en personas que previamente no habían tenido problemas de visión”, explicó. En cuanto a la prevención, el especialista resaltó que el diagnóstico temprano es crucial no solo para manejar la presbicia, sino también para detectar otras patologías oculares como el glaucoma, que suele manifestarse a partir de los 40 años.

Asimismo, subrayó la importancia de los controles visuales a lo largo de toda la vida. “Hoy en día, la ley exige que los niños se realicen exámenes oftalmológicos al ingresar a la escuela. Este tipo de controles previene problemas visuales en etapas tempranas”, dijo. Además, destacó que, a menudo, los problemas de visión en los niños se manifiestan como dificultades en el aprendizaje, ya que muchos no se dan cuenta de que no pueden ver correctamente el pizarrón.

En una entrevista exclusiva realizada desde Radio Universidad, el Dr. Rafael Tissera, titular de la Cátedra de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán, brindó valiosa información sobre la presbicia, una condición visual común que afecta a partir de los 40 años, y la importancia de la prevención en la salud ocular.

El médico explicó que la presbicia es un fenómeno natural que aparece a partir de los 40 años, y no se considera una enfermedad. “Es parte de la evolución natural de la visión. A medida que envejecemos, perdemos la capacidad de enfocar de cerca, lo que puede dificultar la lectura y otras actividades cotidianas”, comentó. Esta condición, que afecta a la mayoría de las personas, generalmente se maneja con el uso de anteojos de prescripción positiva, que ayudan a enfocar objetos cercanos. El Dr. Tissera también aclaró que la presbicia no es una deformación ni una patología, sino una parte del envejecimiento ocular. “La acomodación, el mecanismo que nos permite ver de cerca, va perdiendo su eficacia con los años debido al endurecimiento del cristalino, lo que provoca la disminución de su elasticidad”, explicó. Con el paso de los años, la capacidad de acomodación disminuye, lo que hace más difícil enfocar objetos cercanos, un proceso que se intensifica con la edad.

Gotas para la presbicia: ¿una solución efectiva?

Durante la entrevista, se habló también de las nuevas gotas oftálmicas que han llegado al mercado como solución para la presbicia. “Estas gotas, que contienen pilocarpina, han existido durante años, pero ahora se pueden conseguir en farmacias de forma más accesible. Lo que hace la pilocarpina es contraer el músculo ciliar y reducir la pupila, lo que ayuda a enfocar mejor de cerca”, aclaró el Dr. Tissera.

Sin embargo, advirtió que el uso de estas gotas debe ser supervisado por un profesional de la salud, ya que no todos los pacientes son aptos para usarlas. Además, destacó que las gotas tienen un efecto limitado, de aproximadamente ocho horas, por lo que su uso continuado requiere de una evaluación médica adecuada.

La prevención y el impacto del COVID-19 en la visión

A lo largo de la entrevista, el Dr. Tissera destacó la importancia de los diagnósticos preventivos, especialmente para aquellas personas que notan dificultades para ver de cerca. “El COVID-19 cambió muchos hábitos, y la mayor cantidad de tiempo que pasamos mirando pantallas o realizando actividades de cerca contribuyó a la aparición de síntomas visuales, incluso en personas que previamente no habían tenido problemas de visión”, explicó. En cuanto a la prevención, el especialista resaltó que el diagnóstico temprano es crucial no solo para manejar la presbicia, sino también para detectar otras patologías oculares como el glaucoma, que suele manifestarse a partir de los 40 años.

Asimismo, subrayó la importancia de los controles visuales a lo largo de toda la vida. “Hoy en día, la ley exige que los niños se realicen exámenes oftalmológicos al ingresar a la escuela. Este tipo de controles previene problemas visuales en etapas tempranas”, dijo. Además, destacó que, a menudo, los problemas de visión en los niños se manifiestan como dificultades en el aprendizaje, ya que muchos no se dan cuenta de que no pueden ver correctamente el pizarrón.

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